sopa de setas
Esta sopa de setas estilo ramen conquista cualquier corazón. Esta receta no es solo un plato, es una experiencia, donde encontraremos el delicioso sabor terroso de las setas y su textura suave y encantadora. Esta sopa de setas es un viaje que no querrás perderte.
La receta que te comparto a continuación esta diseñada para 2 personas aproximadamente.
Vamos con los ingredientes (estos ingredientes son aproximados, puedes hacer el cambio que quieras, ponerle las setas que quieras o tengas a la mano y añadir otros ingredientes a tu preferencia):
- 4 tazas de agua o caldo de verduras
- 1 taza de agua
- 1/2 cebolla blanca cortada en cubos pequeños
- 2 cebollas largas cortadas en rodajas delgadas
- fideos para ramen
- 1 cucharada de aceite de ajonjolí
- 1 cucharada de mantequilla o aceite de oliva
- 2 dientes de aj finamente picados
- 1 trozo de jengibre rayado (aproximadamente 3 o 4 centímetros)
- 200 gr de setas shitake limpias y rebanadas
- 100 gr de setas orellanas (también conocidas como ostra) limpias y deshilachadas con las manos
- 2 cucharadas de salsa soya
- 1 cucharadita de azúcar
- cilantro, queso gruyere y chile para decorar
Hacer esta sopa es toda una aventura de sabores y aromas. Te cuento cómo se prepara:
- En una olla poner el aceite de ajonjoli, la mantequilla, las cebollas, el ajo y el jengibre rayado. Revolver constantemente y dejar que se ablanden y comiencen a oler rico.
- Agregar las setas, revolver y dejar cocinar aproximadamente 5-10 minutos para que caramelicen (tomen color doradito) y ablanden.
- Agregar el caldo de verduras y el agua (si no tienes caldo de verduras puedes usar cubitos de sabor)
- Llevar a ebullición y luego bajar el fuego al mínimo, dejar cocinar tapado por 30 minutos más o menos.
- Mientras tanto cocinar los fideos como lo indique el empaque.
- Añadir la salsa de soya y el azúcar al caldo, probar y ajustar sabores a tu preferencia.
- Ya tu sopa esta lista para sevir: poner un poco de los fideos en el tazón, luego el caldo con setas, y decoras con el queso, el cilantro y el chile. Aquí puedes agregar un huevo cocido a baja temperatura (para que la yema este suave), semillas se ajonjolí, cebolla larga fresca y hojas de nori si te gustan.
El resultado es un abrazo a tu paladar, un caldo lleno de sabor, con muchas texturas y muy reconfortadle.
Si te sobra, puedes congelarlo y usarlo luego.