La mantequilla se elabora a partir de la crema de leche, es rica en grasas saturadas y tiene un sabor distintivo a lácteos, ideal para cocinar y untar. Por otro lado, la margarina se produce a partir de aceites vegetales y suele contener menos grasas saturadas, pero a veces incluye grasas trans. Tiene un sabor más neutro y una textura más suave, siendo utilizada como sustituto de la mantequilla en diversas recetas. La elección entre ambas depende de las preferencias personales y consideraciones dietéticas.